Las plataformas sin código se encargan de las tareas más complejas. Tú decides lo que quieres que haga la aplicación y la plataforma se encarga de que funcione. Utilizas piezas prediseñadas y listas para usar que representan partes comunes de una aplicación.

• Creador de interfaz de usuario visual: una herramienta de arrastrar y soltar para diseñar el aspecto de tu aplicación, incluidas sus pantallas, formularios y botones.
• Modelización de datos: herramientas que te ayudan a configurar los datos de tu aplicación, normalmente conectándose a una hoja de cálculo o base de datos que ya tengas.
• Motor de lógica y flujo de trabajo: un sistema visual para definir reglas y automatizar tareas. Por ejemplo, puedes definir una regla como "si el estado es 'aprobado', envía un correo".
• Conectores: conexiones listas para usar que vinculan tu aplicación con otros servicios y herramientas populares.
• Implementación con un clic: una forma sencilla de publicar tu aplicación para que los usuarios la utilicen en la Web o en sus teléfonos, sin necesidad de configurar ningún servidor.

Para crear aplicaciones hoy en día, tienes varias opciones. Comprender las diferencias entre los enfoques de programación sin código, con poco código, intuitiva y tradicional te ayudará a seleccionar la herramienta más adecuada para tus necesidades, independientemente de tu experiencia en programación.

Las plataformas sin código abren un gran abanico de posibilidades. Puedes crear rápidamente distintos tipos de aplicaciones para resolver problemas empresariales.

• Herramientas internas para hacer un seguimiento del inventario, gestionar equipos o introducir datos
• Aplicaciones que automatizan flujos de trabajo, como la aprobación de compras o la incorporación de nuevos empleados
• Sitios web sencillos para que los clientes se registren en eventos o reserven citas
• Aplicaciones de gestión de proyectos y tareas
• Herramientas de recogida de datos para equipos que trabajan fuera de la oficina

Aunque cada plataforma sin código es un poco diferente, los pasos básicos suelen ser los mismos:

1. Planifica tu aplicación: define su objetivo. ¿Qué problema resolverá?
2. Recopila los datos: recoge y organiza la información que usará tu aplicación, por ejemplo, en una hoja de cálculo.
3. Selecciona tu plataforma sin código: elige la herramienta que mejor se adapte a tu proyecto.
4. Diseña tu base de datos: configura cómo almacenará la información tu aplicación.
5. Crea tu interfaz de usuario: diseña las pantallas y los botones con los que interactuarán tus usuarios.
6. Automatiza los flujos de trabajo: crea reglas para que tu aplicación haga cosas automáticamente.
7. Prueba y perfecciona: prueba tu aplicación para detectar y solucionar cualquier problema.